Un día hojeas el periódico de la forma más indolente, dispuesto a leer cualquier noticia que te permita pasar el rato de espera, encontrar algún desperdicio que sea motivo suficiente para algún relato, no es necesaria una noticia completa, basta una frase, un pie de foto, cualquier cosa. Pero a veces los titulares ya son en sí mismos auténticos minicuentos.
El Fary desmiente haber tenido un affair con Ava Gardner, leí hace unos años. No me digan que eso no es grandeza. Quién no hubiese querido tener cualquier cosa con el animal más bello del mundo, como apodaron en su momento a la bella Ava. No tenía ni idea de que se le atribuyese semejante fortuna al cantante admirado por Torrente (un personaje que protagonizó la película más vista del cine español, al menos en su momento), pero la demostración de clase es la negación. Cuando vemos cómo se gana los garbanzos hoy en día toda esa banda de famosos de tercera generación explicando cómo fueron sus relaciones con este o la otra, que un tipo rechace semejante oportunidad para acudir a los platós y sacarse unos cuartos demuestra que Torrente tenía razón, qué grande era el Fary.
Estás viendo un partido del Barsa y de repente sueltan que Carles Puyol ha presentado su nuevo reloj, no que anuncie una marca sino que diseña relojes, dicen. Falto de imaginación, no soy capaz de ver a este imprescindible central melenudo en semejantes labores. No llega al mito del boxeador poeta, pero me tiene un poco sobrecogido.
Luego lees que un importante empresario alemán consagró su vida a las plantaciones tabaqueras, y es cuando de verdad hierve la sangre. Porque uno puede consagrar su vida a la medicina, dejándose la piel para librar de la enfermedad a cualquier comunidad mundial que lo necesite; o a la educación, desarrollando toda una vida docente para que todos tengan una formación decente; o a la poesía, dispuesto a morir para que las palabras mejor escogidas lleguen al otro extremo del mundo.
Aunque puede ser utilizable como presentación de un personaje con tintes cómicos: Jacinto consagró su vida a las infusiones cafeteras a pesar de sus ojos azules...
Publicado en El Comercio
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