miércoles, 3 de abril de 2013

SON LOS RÍOS


En aquellos tiempos el escritor contenía las ideas mientras buscaba huecos en la guardia de la gramática y disfrutaba del idioma, o hacía quiebros inesperados antes de pasarse minutos en blanco para decidir el término adecuado. En su lucha contra el espacio en blanco tenía dioses y héroes siempre presentes, algunos de los que incluso no era consciente por olvidados o mal leídos. Al final estaba el texto y, con suerte, una opinión justificada de amigos o colegas bienhallados en la patria del mesón. Ahora le encontramos, con suerte, en los supermercados, buceando en la sección de congelados y haciendo bromas absurdas. Aquí estoy, menos que cero, como decía Easton Ellis, ya sabes, el frío.
Estábamos allí entusiasmados todos con su primer texto publicado, breve pero celebrado en toda la extensión de la noche. Le daba palmadas en la espalda el que no tenía criterio y lo valoraba todo con un par, o las compañeras con textos publicados, o el amigo de la infancia, que estaba un poco desconcertado con tanto exceso, el amigo de miedos y trifulcas literarias, la chica que lo veía todo bien, el chico que todo lo veía mal y el intelectual de la barrera, siempre dispuesto a la polémica, el primero en hablar.
¿Pero cómo dices que escribes para cualquier lector haciéndolo de esta manera?
Es que yo no pienso en ningún lector.
Se escribe para uno mismo, dijo el intelectual de la barrera. Eso lo entiendo, pero no puedes pensar que todo el mundo puede entender lo que escribes.
Escribo para toda persona que sepa leer.
Ya, pero crees que todos pueden captar la metáfora de Manrique Nuestras vidas son los ríos que van a dar en la mar, que es el morir”.
cuando dice que
Es que no hace falta saber lo que es una metáfora para entender eso.
Fue aquella una magnífica velada. Llena de discusiones literarias comprometidas que estaban dispuestas al pugilismo y conversaciones de madrugada que afloran al principio de esta columna. El tiempo pasó y todos nos buscamos la vida. Espero más de ese tipo...

Publicado en El Comercio

No hay comentarios: